Filosofía de la ciencia

Nociones de Filosofía de la Ciencia

Referencia bibliográfica básica: los textos entrecomillados y en cursiva, salvo otra indicación, proceden de:
Diego Sánchez Meca, «Diccionario de Filosofía«; Ed. Alderaban, Madrid, 2012.

-Puede también consultarse, para ampliar la información, el más extenso:
José Ferrater Mora, «Diccionario de Filosofía«; Ed. Sudamericana, Buenos Aires, 1965.

O un buen manual de Filosofía.

Empirismo, racionalismo y positivismo

  • Los términos empirismo, racionalismo y positivismo se corresponden con sendas concepciones filosóficas anteriores en su concepción al neopositivismo (que era la escuela de pensamiento vigente cuando se inició la revolución cuántica).
  • Empirismo: todo conocimiento se basa en la experiencia e inducción; no existen las ideas espontáneas o “conocimiento a priori”. El breve Diccionario de Filosofía de Sánchez Meca lo resume así:
    «Término genérico que designa un conjunto variado de doctrinas, si bien tienen todas en común la tesis de que el origen del conocimiento está en la experiencia. Frente a la confianza racionalista en la razón, a la que se cree capaz de remontarse por sí misma hasta alcanzar el conocimiento verdadero, el empirismo considera que no basta con esta confianza, sino que hay que demostrar de qué es capaz realmente la razón. Y le parece que tal cosa sólo puede lograrse mediante un análisis psicológico del funcionamiento de la mente humana y del proceso en virtud del cual se genera conocimiento. Sólo determinando empíricamente cómo se produce y en qué consiste nuestro conocimiento estaremos en condiciones de saber de lo que es capaz. Para ello, hay que proceder tomando las ideas más generales y complejas de las que constan nuestros conocimientos y descomponiéndolas mediante el análisis en sus elementos más simples. Estos elementos, que vienen a ser como los átomos del conocimiento, son, para los empiristas, las sensaciones que el sujeto recibe a través de la percepción externa e interna. Cualquiera de nuestras ideas, por muy elevada y metafísica que nos pueda parecer, no es en el fondo más que una combinación de sensaciones, por lo que todo nuestro conocimiento tiene su origen en la experiencia sensorial.”
  • Históricamente, los grandes nombres asociados al empirismo serían, entre otros, los de:
    -Francis Bacon (s. XVI-XVII).
    -Thomas Hobbes (s. XVI-XVII).
    Locke (s. XVII), quien, en su ensayo Sobre el entendimiento humano, discutió el fundamento, certeza y límites del conocimiento humano; es considerada una de las obras básicas del movimiento empirista y marcaría la discusión filosófica del siglo XVIII. “Desarrolló el principio básico del empirismo: la experiencia es el origen de todo conocimiento. Incluso las ideas más abstractas las forma el entendimiento repitiendo y uniendo ideas que ha recibido, bien de los objetos sensibles, bien de de sus propias operaciones sobre las ideas”.
    Berkeley (s. XVII-XVIII), autor del Tratado sobre los principios del conocimiento humano, 1709, para él, “ser es percibir”: la realidad de las cosas que nos representamos es su condición de ser percibidas y “existencia” significa sólo “presencia en la conciencia”. Pero también “era un idealista subjetivo: el sujeto que percibe es de naturaleza espiritual y el espíritu es la única sustancia que existe; si el mundo tiene algún tipo de realidad exterior a nuestras ideas, esto es imposible de probar”.
    Hume (s.XVIII); en 1748 publicó Investigación sobre el entendimiento humano; “representa la culminación doctrinal y crítica del empirismo inglés. No hay ideas ni principios innatos, todos los contenidos de la conciencia proceden de la experiencia. Su teoría del conocimiento disolvió los dos conceptos metafísicos fundamentales, sustancia y causalidad”. Negó, pues, la posibilidad de un conocimiento necesario de la naturaleza, abocándonos al escepticismo. Su ataque a la causalidad, irrebatible, conlleva la negación de la posibilidad de un conocimiento necesario de la naturaleza: Las leyes científicas sólo pueden reclamar ser probables y el conocimiento inductivo es imposible.
    -En palabras de Einstein:
    Hasta donde las leyes de la matemática refieren a la realidad, no hay certeza; hasta donde son certeras, no refieren a la realidad.
  • Al empirismo se le opondría el racionalismo, que es, dice el Diccionario que venimos citando, “la filosofía que confía en la capacidad de la razón para alcanzar la verdad de las cosas, ya que, sostiene, sus propias leyes son también las de los objetos del conocimiento”.
  • Históricamente, los grandes nombres asociados serían, entre otros, los de:
    Hegel (s. XVIII-XIX), quien formularía su expresión cumbre:
    Todo lo real es racional, y todo lo racional es real.
    Antes de él, la filosofía moderna “está animada ya básicamente por la aspiración a hacer de la realidad un pleno dominio cognoscitivo y técnico del mundo por parte del hombre. Para alcanzar este objetivo, se recurre a absolutizar la razón lógica reduciendo la realidad a un conjunto de leyes y regularidades de tipo matemático, abarcables por esta razón. La naturaleza se reduce a movimiento mecánico, y el método adecuado para conocerla es la matemática”.
    “El racionalismo considera, así, que con este método es posible construir todo el saber, deduciéndolo de ciertos principios innatos de la razón. No es difícil advertir las implicaciones teóricas de esta concepción metodológica. Si la racionalidad matemática constituye la estructura ontológica de la realidad, entonces es inevitable la identidad de matemática y filosofía, o, lo que es lo mismo, la reducción de la razón filosófica a razón científica.”
    Descartes (s. XVII)
    Spinoza (s.XVII)
    Leibniz (s .XVII) ; respondió a Locke en Nuevos ensayos.
  • El Positivismo: filosofía basada en la experiencia y el conocimiento empírico de los fenómenos naturales. Señaló a la metafísica y la teología como sistemas de conocimiento imperfectos. Resume el Diccionario citado antes: “doctrina fundada por Comte”, por extensión, “suele aplicarse también a las doctrinas que se centran en torno a un rechazo radical de la metafísica y a la defensa de un conocimiento dirigido a los hechos empíricos. El modelo del conocimiento lo proporcionan las ciencias positivas, en especial la física y la matemática.”
  • Grandes nombres asociados:
    A. Comte (s.XIX): acuñó la denominación, con la intención de señalar la tendencia constructiva de la teoría. Se propuso una reorganización de la vida social, “para el bien de la Humanidad”, a través del conocimiento científico y el control de los fenómenos naturales, excluyendo toda hipótesis metafísica o religiosa (aunque acabó promoviendo la religión positiva del culto al Gran Ser o Humanidad). Asume la renuncia a conocer “las causas íntimas de los fenómenos”, pues sólo sería posible conocer, vía el razonamiento y la observación, sus leyes efectivas, sus relaciones invariables de sucesión y similitud. Enunció la ley de los tres estadios del conocimiento: teológico, metafísico y positivo; impartió un famoso Curso de filosofía positiva, al que acudieron como alumnos Humboldt, Carnot y Fourier, entre otros.
    J. Stuart Mill (s. XIX): El mundo no es más que un conjunto de sensaciones unificadas por asociación; las asociaciones de sensaciones más sólidas y comunes llevan al concepto de materia. Afirmó la inducción como único método válido en ciencia; intentó justificar la inducción (infructuosamente) basándose en premisas como un supuesto “principio de causación universal”, a probar empíricamente y según el cual “para cada fenómeno hay un conjunto de circunstancias antecedentes bajo las cuales el fenómeno se mantiene como consecuente incondicional e invariablemente” (pero incurrió en circularidad: ningún recurso a la experiencia, a que las cosas son como son, puede probar que no pudieran ser de otra manera). Su concepción se suele denominar como “inductivismo clásico”, distinto del inductivismo posterior de los positivistas lógicos, concerniente con la contrastación y validación de teorías y que afirma que las teorías científicas son confirmadas por instancias o casos favorables, siendo su grado de confirmación un grado de probabilidad.
    Lamarck (s.XVIII-XIX), Darwin (s.XIX): integran el “positivismo evolucionista”.
    E. Mach (s.XIX-XX): La ciencia debiera restringirse a la descripción de los fenómenos perceptibles por los sentidos, eliminando los conceptos metafísicos inobservables:
    http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/…/vol3/ciencia3/161/html/sec_34.html:
    A los 26 años de edad fue nombrado profesor de matemáticas en la Universidad de Graz, tres años más tarde pasó a Praga como profesor de física. Hizo contribuciones originales en acústica, óptica, percepciones sensoriales en general y estética, así como en electricidad, mecánica, hidrodinámica y termodinámica, además desarrolló estudios fundamentales en historia y filosofía de la ciencia; también escribió sobre otros temas tan diferentes como la química de la maduración de las uvas, el sitio de los clásicos en la educación secundaria, y la fotografía de los proyectiles en pleno vuelo.
    (…) Estaba convencido de que la división de la ciencia en especialidades como física, química o psicología es artificial y arbitraria, además de ser peligrosa, si se toma como algo más que una mera conveniencia práctica.
    (…) En el desarrollo de su filosofía positivista, Mach alcanzó el concepto que subtiende al Círculo de Viena, a la Escuela de Berlín y a la Enciclopedia universal de la ciencia unificada, uno de los más grandes proyectos de la escuela conocida como positivismo lógico. De hecho, la primera organización pública que formaron varios futuros miembros del Círculo de Viena se registró con el nombre de «Ernst Mach Verein», o sea, «Sociedad Ernst Mach'». William James, quien lo visitó en 1882 en Praga, dijo que le parecía que Mach «había leído todo y pensado en todo».
    (…) Rechaza pues de la ciencia, igual que Comte, todo aquello que no se deriva de nuestras sensaciones. Pero para un físico experimental metido a filósofo, tal posición tenía a fines del siglo XIX muchos más bemoles que para un matemático y astrónomo metido a filósofo a principios del mismo siglo. Comte podía darse el lujo de negarle existencia científica a los átomos, pero para Mach esto era mucho más problemático porque en su tiempo, aunque todavía no demostrable objetivamente, el átomo ya servía para comprender y coordinar una masa enorme de datos empíricos.

    -Sus críticas a la mecánica newtoniana, al espacio y tiempo absolutos, influyeron decisivamente en Einstein.

Neopositivismo o positivismo lógico

  • En el s. XX surgiría un nuevo movimiento filosófico, denominado “positivismo lógico” o “neopositivismo”>.
  • Contexto: En Alemania, durante 2ª mitad s. XIX, coexistían un Neokantismo y el empirismo de Mach; por otra parte, ya en el s. XX, durante los años 1910-113, Whitehead y Russell publican la gran obra Principia Mathematicase; en 1930 se funda la revista Erkenntnis.
  • Autores destacables:
    -C. de Viena: Schlick, Carnap, Neurath, Gödel, Waisman, Frank, Hahn…
    -E. de Berlín: Reichenbach, von Mises, Hempel, Lukasiewicz, Tarski, Bohm, Morris, Skinner, Nagel, Quine, Ayer…
  • Los filósofos del Círculo de Viena (Schlick, Carnap, Gödel, Neurath, Hahn…), muy influenciados por Mach, alumbraron en 1929 el Manifiesto La concepción científica del mundo,
    Manifiesto La Concepción Científica del Mundo (Círculo de Viena),
    donde preconizaban la constitución de una ciencia unificada que abarcara todo el conocimiento, mediante el análisis lógico de Peano, Frege, Whitehead y Russell. Su objetivo era la eliminación de la metafísica y la clarificación de los conceptos y teorías de la “ciencia empírica”.
  • Reducen la filosofía a lógica y análisis del lenguaje; el problema de la verificación fue fundamental en su concepción.
  • El neopositivismo nos importa porque influyó profundamente en los científicos que, por esa fecha, estaban haciendo nacer la nueva mecánica cuántica.
  • Resumen de sus tesis principales:
    -El criterio empirista de significado.
    .El principio de verificación (confirmación).
    -Una filosofía científica: Anatema a la metafísica.
    -El fisicalismo y la ciencia unificada.
    -Identificación de la filosofía de la ciencia con la epistemología
  • 1920-1960: La Concepción heredada (Received View): Así se denomina el considerado hoy en día como período «clásico» de la Filosofía de la Ciencia, que vino a integrar las ideas fundamentales del positivismo lógico, la filosofía analítica oxoniense, el pragmatismo americano y las ideas de los grandes lógicos polacos del momento.
    -Grandes autores: Carnap, Hempel, Nagel, Achinstein, Brigdman, Skinner, Campbell, Reichenbach, Ramsey…
  • Se conciben las teorías científicas como “cálculos axiomáticos”, a los que se da una interpretación observacional parcial por medio de reglas de correspondencia.
  • Breve compendio de tesis básicas de la Concepción Heredada:
    Distinción de contextos: descubrimiento y justificación.
    Distinción teórico/observacional: se supone y acepta la existencia de una base empírica u observacional común teóricamente neutra, producto de una experiencia neutra y base para la verificación o contrastación de teorías.
    -Reglas de correspondencia.
    -Axiomatización de teorías.
    -Reducción de teorías y progreso científico concebido de forma acumulativa.
    -Explicación científica: Nomológica-deductiva (explanans → explanandum).
    -Inducción y probabilidad: se formula un «Grado de confirmación» de teorías.
    -Lógica inductiva probabilista.
  • Críticas a la Concepción Heredada: Inspiradas en el 2º Wittgenstein, el de las ideas contenidas en su obra Investigaciones filosóficas, de 1953,
    a partir de los años 60 las criticas se suceden. Resultaron fundamentales:
    -La formulación del concepto de «Carga teórica» de las observaciones, que desarrolló Hanson en su obra Patrones del descubrimiento, publicada en 1958:
    Las formas lógicas del lenguaje moldean los hechos y la observación, los hechos y la causalidad están cargados de teoría. De modo que la observación científica es sólo posible en el contexto de presuposiciones teóricas concretas. Como dijera Einstein, «Es la teoría la que decide lo que podemos observar». Por tanto, la observación pasa a ser considerada como «teoría cargada», y algunos llegan a afirmar que la evidencia científica cambia con la teoría: los científicos tienden a ver lo que quieren ver.
    -Contra este concepto vendría a reaccionar lo que se denomina «el nuevo experimentalismo«, que aboga por reformular los experimentos dotándolos de cierta neutralidad teórica.
  • Tras las críticas, pasa a consolidarse la concepción de las teorías científicas como cosmovisiones, Weltanschauung, sistemas conceptuales.
  • Grandes nombres de este nuevo período en filosofía de la ciencia: Achinstein, Hempel, Putnam, Hanson, Popper, Kuhn, Lakatos (los programas de investigación) , Feyerabend (el anarquismo metodológico), Toulmin (el instrumentalismo), Sneed (el estructuralismo)…
  • El instrumentalismo: Las teorías no son descripciones del mundo invisible, sino instrumentos para realizar predicciones sobre el mundo observable. La función de la ciencia es dar explicaciones de regularidades conocidas y el significado de los términos teóricos depende de la propia teoría-

Filosofía de la ciencia en el siglo XX

  • Algunos filósofos de la ciencia del siglo XX y sus ideas:
    1. T.S. Kuhn (1922-1996): El relativismo en ciencia:
      -Para Kuhn, el problema principal de los procesos de cambio científico es el de la incompatibilidad entre las distintas concepciones, así como la inexistencia de una experiencia neutra y objetiva que decidiera imparcialmente entre las teorías rivales. Kuhn afirmó, apoyándose en numerosos estudios de ejemplos en historia de la ciencia, que existen abismos conceptuales entre paradigmas opuestos, algo que constituye un hecho fundamental para entender las revoluciones científicas. Las diferencias entre paradigmas sucesivos son “necesarias e irreconciliables”, y pueden ser ontológicas, epistemológicas y perceptuales.
      T.S. Kuhn; La estructura de las revoluciones científicas; 1962:
      -La ciencia se desarrolla en una sucesión de fases: cada paradigma dominante en un momento histórico viene siempre a ser sustituido por otro, tras un período de revolución científica.
      -La aceptación de un nuevo paradigma por parte de la comunidad científica suele transformar la ciencia: “durante las revoluciones, los científicos ven cosas nuevas y diferentes al mirar con instrumentos conocidos y en lugares en los que ya habían buscado antes”, y “los cambios de paradigma hacen que los científicos vean el mundo de investigación, que les es propio, de manera diferente”. De esta forma, los científicos que defienden el nuevo y el viejo paradigma, respectivamente, poseen concepciones diferentes de lo que es la disciplina científica de la que se ocupan y de los problemas que deben afrontar, hasta el punto de que, incluso si usan los mismos términos, éstos cambian de significado al insertarse en el nuevo paradigma (e.g.: el término masa en los paradigmas newtoniano y einsteiniano).
      -Se produce pues un fenómeno de “inconmensurabilidad” entre ambas teorías, esto es, una ruptura drástica entre sus marcos conceptuales, y no sólo porque cambien de significado los términos básicos, sino porque cambian también los respectivos “universos del discurso”, es decir, la ontología fundamental, que es la que sirve de interpretación de los términos y enunciados de una y otra teoría: los científicos “viven en mundos distintos”.
      -El progreso científico, por tanto, no es acumulativo.
      -Todo lo anterior provocó acusaciones de relativismo e irracionalidad contra Kuhn, quien suavizaría posteriormente sus afirmaciones, pasando a afirmar que “el mundo no cambia con los cambios de paradigma”, abandonando el relativismo ontológico y limitándose al relativismo epistemológico, al exponer su tesis de inconmensurabilidad en términos de intraducibilidad entre lenguajes científicos. O sea, el mundo no cambia porque la ciencia cambie, pero sí se modifica radicalmente nuestro conocimiento del mismo, no existiendo un lenguaje universal para la Ciencia, o lenguaje común al que pudieran traducirse por completo dos teorías inconmensurables.
    2. K.R. Popper (1902-1994):
      -Sus tesis metodológicas y ontológicas se suelen referir como «realismo crítico”, «realismo conjetural”, “racionalismo crítico”…, siendo “conjetural” el término que procede de su concepción del progreso científico como una sucesión de “conjeturas audaces” sobre el mundo, o teorías científicas que van más allá de los datos disponibles y que los científicos deben esforzarse en refutar:
      K.R. Popper; Conjeturas y refutaciones; 1962.
      -Esas conjeturas confieren realidad a los mundos por ellas descritos, en el sentido de que, aunque sean hipotéticas, pretenden describir la realidad. Y si entran en conflicto con la realidad, nos hacen saber que existe una realidad, “algo que está ahí para recordarnos que nuestras ideas pueden estar equivocadas”. Pero no existe criterio de verdad: podríamos tener una teoría verdadera y nunca lo sabríamos.
      -El descubrimiento de instancias que estén de acuerdo con una de esas “conjeturas audaces” (teorías científicas) no la confirma, sólo la corrobora, le da un grado de verosimilitud, pero nunca de verificación (muy cuestionado). Así que una teoría científica nunca es verdadera, sólo “falsable” por la experiencia, y el “ser falsable” es el criterio de demarcación entre ciencia y pseudociencia. La regla lógica fundamental de las ciencias empíricas es, pues, el modus tollens; la deducción y no la inducción es el principio de la metodología científica.
      -Las observaciones se hacen siempre en el contexto de un “conocimiento de fondo”, y los descubrimientos están guiados por la teoría.
      -La ciencia nunca alcanza la verdad, que es completamente inaccesible, sólo se aproxima a ella proponiendo sistemas hipotéticos complejos: las teorías científicas. Hay progreso científico, debido al aumento del contenido empírico de las teorías, y a que las nuevas teorías han de explicar también lo que las precedentes, pero sólo como paulatina aproximación a la verdad. El conocimiento se incrementa por la crítica racional, que decide, entre teorías rivales, cuáles son falsas. Pero ese progreso se mide por la verosimilitud de la teoría, porque sobre su verdad nada se puede averiguar.
      K.R. Popper; Conocimiento objetivo; 1969:
      -En este libro desarrolló la concepción de “los tres mundos”, según la cual en el Universo existen 3 realidades fundamentales o “mundos”: 1.El mundo de los fenómenos físicos, 2. El mundo de los fenómenos mentales o psíquicos, 3. El del contenido objetivo del pensamiento y los productos de la conciencia (entre ellos, las teorías científicas). Debate abierto: ¿con significado ontológico o meros “constructos” intelectuales?
      -Popper ontológicamente se consideraba a sí mismo un realista, pero se distinguía de los fisicalistas pues admitía que hay razones a favor y en contra: aceptaba la irrefutabilidad del solipsismo. Y por eso mismo lo rechazaba.
      -Dedicó mucha atención a la mecánica cuántica. Se pueden citar, por ejemplo, sus obras Teoría cuántica y el cisma en física y Un mundo de propensiones, donde desarrolla una interpretación objetiva de la probabilidad, introduciendo el concepto de “propensión” o predisposición (propensity), propiedad con realidad física de todos los objetos derivada de la teoría de la probabilidad.
    3. Van Fraassen (1941)
      Van Fraassen; La imagen científica; 1980.
      -Defendió el “empirismo constructivo”, en contra del realismo científico. El empirismo constructivo, su forma de antirrealismo, es una tesis epistemológica sobre qué creencias implican la aceptación de una teoría. Porque, en su opinión, el realismo no es una tesis ontológica sobre lo que hay, sino una tesis epistemológica sobre lo que estamos justificados en creer que hay.
      -Las teorías científicas se consideran clases de modelos, y no entidades basadas en enunciados que expresan hechos. La construcción de modelos es un aspecto fundamental de la actividad científica:
      J. Echeverría; Introducción a la Metodología de la Ciencia. La Filosofía de la Ciencia en el siglo XX; Cátedra; Madrid, 1999, cap. 6:
      Presentar una teoría es especificar una familia de estructuras, sus modelos; y en segundo lugar, especificar ciertas partes de esos modelos, las subestructuras empíricas, como candidatos para la representación directa de los fenómenos observables.
      -El objetivo de la ciencia es proporcionar teorías empíricamente adecuadas, que salven los fenómenos; la aceptación de una teoría científica sólo incluye la creencia de que es empíricamente adecuada, o sea, salva los fenómenos, porque tiene un modelo que los engloba adecuadamente. En la medida que hay fenómenos, podemos creer que una teoría es verdadera, si se da un isomorfismo entre los fenómenos observables y los modelos matemáticos de la teoría. Las teorías incluyen aseveraciones que se expresan en un determinado lenguaje y que son V o F según sean o no adecuadas empíricamente.
      -La concepción estructural, en general, prescinde de la verdad o falsedad de las teorías científicas. Pero van Fraseen insiste en que las teorías científicas incluyen una aseveración empírica que tiene que ver con la V o F. Esta atención a la V o F lo separa del instrumentalismo; sin embargo, para él la V o F de una teoría no es interesante para la ciencia, y se mostró muy escéptico respecto a que la ciencia pudiera darnos una descripción de la realidad, lo que le erige como antirrealista.
      J.A Díez y C. Ulises Moulines; Fundamentos de Filosofía de la ciencia; Ariel, Barcelona, 1999; cap. 10:
      Ciertas partes de los modelos son identificadas como subestructuras empíricas, y esos son los candidatos para la representación de los fenómenos observables con los cuales la ciencia se puede confrontar en nuestra experiencia… La adecuación empírica consiste en la subsumibilidad de esas partes en algún modelo único del mundo permitido por la experiencia”. Lo que hace la teoría es postular la existencia de ciertas entidades inobservables, ocultas, cuya supuesta interacción con las entidades ocultas produce, pretendidamente, los efectos observables, los fenómenos.
      Una teoría puede ser verdadera en dos sentidos: débil, si la parte observacional del mundo es como dice la teoría (teoría adecuadamente empírica); fuerte, si el mundo es como dice la teoría, o sea, el mundo es uno de sus modelos (teoría propiamente verdadera). Y el antirrealismo de Fraassen sostiene que al aceptar una teoría estamos sólo justificados en creer en su adecuación empírica, no en su verdad: nos comprometemos sólo a creer que lo que afirma sobre la parte observable del mundo es verdad, no a creer que lo que también afirma sobre lo inobservable es verdad. La actividad científica, pues, es una actividad de construcción y no de descubrimiento: construcción de modelos que deben ser adecuados a los fenómenos, y no descubrimiento de la verdad acerca de lo inobservable.
      Van Fraassen; The empirical stance; 2002.
      -En esta obra modifica su concepción empirista anterior, pasando a proclamarlo como una «actitud».
      -Señaló la necesidad de investigar la práctica científica y no sólo el conocimiento científico.